La Ley 1/2003, de 3 de marzo, de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres de Castilla y León reconoce la conciliación de la vida familiar y laboral como condición indispensable para la promoción de la igualdad y entre las medidas de acción positiva que propone, muchas de ellas vigentes, se encuentran conocer la situación sobre el reparto de responsabilidades familiares, incentivar que las bajas, permisos o excedencias por motivos de nacimiento de hijos o cuidado de familiares sean solicitados por el padre para facilitar la vida profesional de la mujer, promover la incorporación de los hombres a las tareas domésticas y responsabilidades familiares, valorar y hacer visible el trabajo realizado en el ámbito familiar, crear nuevas fórmulas y servicios para conseguir una adecuada conciliación de la vida familiar y laboral e incentivar a las empresas para que realicen acciones positivas de conciliación de la vida familiar y laboral.
LaLey 1/2006, de 6 de abril Ley de Mediación Familiar de Castilla y León regula la mediación familiar como la fórmula más idónea para encauzar los conflictos familiares, en especial, los de pareja, desde el respeto, la autonomía y la libertad de las personas para decidir su futuro, para minimizar consecuencias no deseables en sus miembros, especialmente los hijos (sin duda los más vulnerables) pero también entre parientes con capacidad de obrar, conflictos en los que el procedimiento de mediación sirva para prevenir o simplificar un litigio judicial. La mediación familiar es un procedimiento complementario y no alternativo al sistema judicial de resolución de conflictos, por lo que es totalmente respetuoso con el derecho de las personas a la tutela judicial efectiva y se centra en los aspectos psicológicos, sociales, jurídicos, pedagógicos y éticos que deben presidir cualquier proceso de resolución de conflictos.
La importancia del papel y responsabilidades que se asignan a las familias en la construcción y bienestar de la sociedad constituye el primer objetivo de laLey 1/2007, de 7 de marzo, de Apoyo a las Familias de Castilla y Leónque establece y regula un conjunto de medidas, prestaciones y servicios de apoyo a la institución familiar destinadas a hacer real y efectiva la igualdad y a facilitar la participación de sus miembros en la vida política, económica, cultural y social de la Comunidad. Pero también para sensibilizar a la sociedad sobre las necesidades de las familias y su aportación al bienestar general; para impedir y prevenir cualquier forma de violencia o maltrato en el ámbito familiar; para lograr la plena integración social de las familias inmigrantes asentadas en la Comunidad Autónoma; para impulsar la interacción de las familias con los centros escolares, a fin de posibilitar la educación integral de niñas, niños y adolescentes; para facilitar el acceso de los miembros de las familias a la cultura y a las nuevas tecnologías, la adecuada utilización del tiempo de ocio y la participación en la vida social; para favorecer el acceso a una vivienda digna y adecuada a las necesidades de las distintas tipologías de familias; y, especialmente, favorecer la permanencia y formación de nuevas familias en el ámbito rural.